El supervisor de la prisión es un área de alto riesgo y de gran seriedad. Los guardias convencionales cuentan con robustas medidas de seguridad en tierra —muros altos, cercas electrónicas, torres de vigilancia y cámaras—, pero carecen de defensa efectiva a baja altitud.
Existen los siguientes riesgos de drones en la invasión de prisiones:
Obtención de inteligencia: uso de drones para recopilar información sensible del interior, provocar filtraciones y servir a intenciones maliciosas como planificación de fugas.
Contrabando aéreo: delincuentes emplean drones para introducir tabaco, drogas o armas en la prisión.
Los incidentes de drones invadiendo las prisiones se han vuelto cada vez más frecuentes y la situación de seguridad penitenciaria es extremadamente grave.El control de drones se ha convertido en la máxima prioridad de las autoridades penitenciarias.
